lunes, 29 de noviembre de 2010

Fragmento de la carta de Marco a Emiliano Zapata


"Aquí estamos mi general, aquí estamos por que estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de sus tierras a los campesinos".


"Como entonces pasó, ahora Los gobiernos hacen Leyes para legitimar el robo de las tierras. Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados y muertos. Pero como entonces mi general hay hombres y mujeres cabales que no se quedan callado y que luchan para no dejarse, se organizan para exigir tierra y libertad. Por eso le escribo a usted Don Emiliano para que sepa usted que aquí estamos y aquí seguimos".


"Y sí, mi General, así como usted, nosotros entendimos que la tierra y la libertad, la memoria pues, sólo se puede hacer cierta en la justicia. Por eso nos alzamos en armas, como usted nos enseñó Don Emiliano, por libertad y justicia. Y también vimos, como usted, que sólo podían conseguirse con democracia. Y entendemos, como usted, que tenemos que luchar contra los malos gobiernos para obtener lo que nos pertenece".


"Muchos son los campesinos sin tierra en México, Don Emiliano, muchos los indígenas olvidados. Unos y otros les estorban a los malos gobiernos y a los grandes ricos. Unos y otros son perseguidos por los ejércitos y las policías, criminales como los que los mandan. Pero indígenas y campesinos sin tierra, los muchos que no somos muchos somos también en la rebeldía y en la pelea. Como usted somos, mi General, así mero, rebeldes y luchadores".


"Y nomás le escribía yo, mi General, para decirle que aquí estamos, aquí seguimos, y aquí seguiremos aunque nos persigan con armas y con mentiras, aunque nos quieran comprar, aunque nos quieran engañar, aunque nos quieran olvidar. Aquí vamos a seguir porque nosotros escuchamos muy adentro y porque hicimos nuestras esas, sus palabras, que dijeron: "Que sigamos luchando y venzamos a aquellos que hace poco se han encumbrado, que ayudan a los que han quitado tierras a otros, los que para sí hacen muchos dineros con el trabajo de quienes son como nosotros, esos burladores en haciendas, ese es nuestro deber de honra, si nosotros queremos que nos llamen hombres de vida buena y en verdad buenos habitantes del pueblo".


Vale mi General Zapata. Salud y mucho corazón, porque todavía faltan muchas cuentas que hacer cabales en las tierras mexicanas.


Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.



sábado, 11 de septiembre de 2010

El último discurso de Salvador Allende "Pagare con mi vida la lealtad del pueblo"

En un día como hoy hace ya 40 años, un hombre se encontró de frente con su destino y con la historia y como tantos otros hombres antes expuestos a la misma coyuntura, decidió enfrentarse con coraje a la traición de los que antes le habían jurado lealtad y con un enorme gesto en soledad fue capaz de darnos la libertad y dignidad que como pueblo nos acompaña hasta nuestros días. Nuestro presidente Salvador Allende ese día 11 de septiembre y en el momento en que las tinieblas de la infamia invadían el hogar del pueblo libre, en nuestra hora mas oscura , fue capaz de entregarnos un último discurso de valentía, de coraje, de dignidad y de grandeza, con el cual el hombre honesto, y libre pudo soportar el terror de 17 años de persecuciones solo por el hecho de querer un mundo mejor para el y para sus hijos.
Se podrán decir muchas cosas de lo sucedido, pero lo que será recordado en los últimos días de la humanidad, serán los gestos de valentía y coraje como el que nos brindo nuestro Salvador Allende.
Y es en su memoria que podemos decir con convicción que "Podrán humillarnos, torturarnos y asesinarnos, pero jamás podrán callarnos"

A continuación el último discurso de nuestro presidente Salvador Allende

sábado, 4 de septiembre de 2010

HEROES URBANOS: Sacerdote Joan Alsina "Mátame de frente, porque quiero verte para darte el perdón"


LA LECCION DE JOAN ALSINA

Sabía que lo buscaban y no huyó. Sabía que era muy posible que con el arresto fuera sometido a la tortura y que era incluso posible que le dieran muerte. Y sabiendo todo eso, el español Joan Alsina Hurtos tomó lápiz y papel la noche del 18 de septiembre de 1973 y escribió con la certeza de estar en víspera de morir. ¿Por qué? ¿No debió ser más fuerte el instinto de sobrevivencia? ¿O acaso se hizo misionero buscando ser un mártir? Quizás nada de eso.

Tenía apenas 31 años y ninguna duda acerca de su papel en este mundo. Ser sacerdote católico fue su deseo desde niño. Así se lo dijo a sus padres, José y Genoveva, cuando cumplió once años. Comenzaba la década de los cincuenta y el niño Alsina –en pleno franquismo- quería ser un cura obrero, levadura en la masa para hornear un pan que alimentara a los hambrientos. Primero fue el seminario de Girona, luego el Hispano Americano de Madrid, teniendo como objetivo central de su vida ser misionero en Latinoamérica. No había indicios que apuntaran al martirio cuando abordó el avión en Barajas y abrazó a sus padres y hermanos. Para entonces, 1968, Chile parecía un destino luminoso para un joven español iluminado por la fe cristiana. Iba a convertirse en un remero más de una goleta que, capitaneada por el cardenal Raúl Silva Henríquez, tenía claro el puerto de arribo: una Iglesia progresista para ayudar a construir un país con justicia social.

Entre lecturas de Teología de la Liberación y días de intenso trabajo, el joven Alsina se bebió de un sorbo el santo grial de la esperanza, inmerso entre los pobres de Chile –cristianos y marxistas- que apostaban al socialismo democrático con Salvador Allende como líder. Hasta que un día negro de septiembre de 1973 cuajó el complot y, con La Moneda en llamas, comenzaron a escucharse los bandos militares que instaban a la entrega de los rojos. El nombre de Joan Alsina estaba escrito en uno de esos bandos. Y sabiéndolo, ordenó sus escasas pertenencias y escribió la carta de despedida con la certeza de que “Cristo nos acompaña siempre, dondequiera que estemos” y con la percepción de ser grano de trigo en el campo de la historia: “si el grano de trigo no muere, no da fruto”. ¿Durmió esa noche? ¿Cuán largas fueron sus oraciones? No lo sabemos. Quizás el paisaje de Girona y los rostros amados custodiaron su vigilia. Al día siguiente, 19 de septiembre de 1973, cruzó temprano la puerta del Hospital San Juan de Dios –donde trabajaba- y fue arrestado. Pocas horas después, golpeado y sangrante, fue llevado hasta un puente de los tantos que cruzan el río Mapocho. El suboficial Donato López dio la orden de matarlo. Y el joven soldado Nelson Bañados, de apenas 18 años, cumplió la orden. Dice en su confesión: “Saqué a Juan del furgón y traté de vendarle los ojos. Pero Joan me dijo “por favor, no me pongas la venda. Mátame de frente, porque quiero verte para darte el perdón”. Fue muy rápido todo. Recuerdo que levantó su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso luego sobre su corazón, movió los labios como si estuviera rezando y dijo: ‘Padre, perdónalos’. Yo le disparé la ráfaga… lo hice con la metralleta para que fuera más rápido”. Diez de la noche, 19 de septiembre. Los focos del vehículo iluminaban el patíbulo. La fuerza de la ráfaga dejó el cuerpo de Joan Alsina sobre la baranda del puente Bulnes y el soldado Bañados sólo lo impulsó levemente para que cayera. Abajo, las oscuras aguas del Mapocho se hicieron tumba para el sacerdote español como lo fueron para tantos chilenos en la dictadura.

El año 2005, un juez condenó a cinco años de cárcel al suboficial López. El soldado Bañados no necesitó condena. Se condenó a sí mismo a la lenta tortura de ver cada día la mirada de Alsina, bendiciéndolo y perdonándolo, antes de morir. Y se suicidó.

Poema: "Estadio de Chile"

Victor nunca humillo la frente ante los todopoderosos, la inclinaba solo sobre su guitarra. Vivió, amo y trabajo cantando. Y murio cantando dejandonos el dramatico y elevado testimonio de lo que sufrio: el poema Estadio de Chile. Un hombre que salio en libertad logro sacar una copia del poema. Las hojas de un cuaderno escolar contienen los versos llenos de valor y lealtad.

¿Y Mexico, Cuba y el mundo? ¡Que griten esta ignominia! Somos diez mil manos menos que no producen. ¿Cuantos somos en toda la patria? La sangre del compañero Presidente golpea mas fuerte que bombas y metrallas. Asi golpeara nuestro puño nuevamente. ¡Canto, que mal me sales cuando tengo que cantar espanto! Espanto como el que vivo como el que muero, espanto. De verme entre tanto y tantos momentos del infinito en que el silencio y el grito son las metas de este canto. Lo que veo nunca vi, lo que he sentido y que siento hará brotar el momento......

El poema quedo inconcluso. Victor no tuvo tiempo ni vida para terminarlo.

HEROES URBANOS: General Joaquín Lagos "General de 14 estrellas"

El diez de abril del año 2003, falleció el Gral en retiro don Joaquín Lagos Osorio.

El 11 de septiembre de 1973, el general Lagos era comandante en jefe de la primera División de Ejército, en Antofagasta.
Allí le correspondió recibir al asesino general Sergio Arellano Stark, en su calidad de oficial delegado del entonces Comandante en Jefe del Ejército, Augusto Pinochet, desencadenándose un fuerte conflicto entre ambos altos oficiales por las ejecuciones de opositores al régimen militar.
El retiro del general Lagos se cursó casi un año después de esa situación, que también lo enfrentó con el dictador Pinochet.
Sus declaraciones judiciales y oficios fueron cruciales para el proceso a la comitiva militar de 1973, al mando del general Arellano Stark. Por esa causa fue desaforado de sus prerrogativas como senador y procesado general Pinochet, siendo más tarde sobreseída su causa por su estado de salud mental.

A su muerte la periodista (también fallecida) Patricia Verdugo escribió lo siguiente:

Ha muerto un general que tenía el uniforme cubierto de estrellas. Uniforme invisible desde que renunció al Ejército en 1973 y lo colgó en 1974. Estrellas invisibles que, una tras otra, lo fueron transformando en el mejor de los soldados: el guerrero espiritual Joaquín Lagos Osorio.

Nunca fue portada a todo color ni entrevista principal de El Mercurio. Una estrella.

Nunca fue declarado “personaje del año” en ningún medio de comunicación. Una estrella.

Nunca se le rindieron honores en la Escuela Militar, para ejemplo de los futuros oficiales. Otra estrella.

Nunca recibió honores en La Moneda, por su ejemplo de valentía ciudadana. Una estrella.

Catorce estrellas invisibles cubrían su pecho por las catorce víctimas de la “caravana de la muerte” en Antofagasta, en octubre de 1973.

Porque se negó a cumplir la orden de ocultar los cadáveres y transformarlos en detenidos-desaparecidos.

Ordenó a los médicos militares vendar los cuerpos despedazados y entregarlos a sus familias.

No hay cómo contar las estrellas por los prisioneros políticos que salvaron su vida gracias a él. Porque fue su enérgica protesta ante Pinochet y su renuncia indeclinable al Ejército lo que detuvo el trágico accionar de la misión militar al mando del general Arellano.

Anotemos otra estrella obtenida en 1985, cuando renunció a su cargo de director del Cuerpo de Generales en Retiro, al tiempo que exigía que los tribunales aclararan las masacres, determinando responsabilidades, porque sólo así “se contribuirá decididamente al reencuentro de los chilenos”.

Las estrellas se suman por cada vez que declaró en los tribunales de justicia, a partir de 1986, aún en plena dictadura.

Y siguió en la transición, transformándose en el testigo clave contra el general Pinochet en el histórico proceso que obligó al ex dictador a renunciar al Senado y escapar de la condena por la vía de declararse demente.

Agrego otra estrella porque –desde marzo del 2000, cuando se pidió el desafuero de Pinochet- siguió caminando sin temor por las calles. Fue la abogada Carmen Hertz, viuda de una de las víctimas, la que me pidió interceder ante La Moneda para darle protección policial. El aceptó, sorprendido, quizás sólo para calmar a su adorada esposa, Margarita Gude, quien temió tantos años por la vida del general.

Hay también una estrella, sobre el corazón, por soportar sin quejidos el dolor de haber perdido a su familia militar. Se quedó flotando entre dos mundos. Para unos era “traidor”, y para otros, las familias de las víctimas, lejano y hasta “no confiable”.

Un dolor que mitigó su pequeña familia, con doña Margarita, los dos hijos y los nietos.

Yo le vi una estrella en la frente el día que abrió la reja de su casa y me hizo pasar. Ese día entré a su hogar, su corazón y su conciencia. Y en mi libro “Los Zarpazos del Puma” quedó impreso su sentir cuando exclamó, recordando la tragedia de 1973: “¡Fue y es un dolor indescriptible! Ver frustrado lo que se ha venerado por toda una vida: el concepto del mando, el cumplimiento del deber, el respeto a los subalternos y el respeto a los ciudadanos que nos entregan las armas para defenderlos y no para matarlos”. Más de una década después, me reiteró que todos esos valores estaban en el meollo del proceso contra el general Pinochet: “Todo eso está en juego en este caso, de manera que no volvamos a repetir esta tragedia”.

Algún día, espero ver en el patio principal de la Escuela Militar una estatua del general Joaquín Lagos Osorio, comandante en jefe de la Primera División de Ejército en 1973. Y que cada 10 de abril los cadetes sepan de su batalla ejemplar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

"No menciones el amor"

Cuéntame una historia donde él acaba de cumplir veinticuatro años y ya hace siete que trabaja en la construcción. Una historia donde lo contrata un tal Artemio, porque sabe que trabaja duro y no mira el reloj. A él ponle un nombre cualquiera, uno que apenas suene, algo propio de un tipo así, que se asombra, sobre todo con los ojos y que tiene manos grandes que le molestan cuando no está trabajando.

A mí me parece que esta historia me la tienes que contar donde todo transcurra en invierno, ¿sabes por qué? Porque así, cuando él entra a la pensión que le recomendó ese tal Artemio, lo desconcierta un olor a parafina, y entonces duda y vacila..., pero ni se entera que es porque ese olor le recuerda a su infancia apurada en algún lugar del sur. Cuéntame que al final se decide y paga por adelantado sin preguntar nada más, porque la pensión es limpia, y en su habitación hay una cama de hierro, un poco corta, un ropero de dos puertas, una mesa con mantel y...un calentador, nada más.

Sigue contándome que él se queda solo en la habitación, pero no tantea el colchón como lo haríamos todos, pero si abre el bolso y saca con cuidado su ropa, incluso una camisa nueva, envuelta en papel celofán, ese que cruje, saca un jarro, una taza, una caja con bolsitas de té y nada más, para no agrandar el bolso. Que se instale con algún gesto meticuloso que delate su costumbre de estar solo...y déjalo ahí, calentando el agua que sacó del baño para prepararse un té.

Ahora muéstrame la pensión pero desde arriba, para que yo vea, que del otro lado del tabique, donde está la cama de él, hay otra y que esos diez centímetros de pared frágil son una frontera íntima y ambigua que las separa pero al mismo tiempo las une. De hierro la cama de él y de hierro también la otra, pero con una blandura de flores pálidas en el cubrecama...y si quieres, un detalle mínimo, pero definitivo, como por ejemplo...un pinche para el pelo...y déjame ahí arriba, abismado, convertido en un Dios impaciente, esperando a que él...y ella estén acostados...pero despiertos, separados...pero juntos.

Ahora háblame del frío y de la cal. Cuéntame como a él la cal le parte las manos y como a ella se le marcan los pezones en la polera que se puso para acostarse y no digas más, porque él siente sus palmas hambrientas de suavidad y ella se demora en el espejo, peinándose, los pechos ávidos de calor y el gesto detenido porque acaba de escuchar el gemido metálico de la cama cuando él se acuesta. Entonces ella deja caer el cepillo y él va a mirar el tabique por primera vez y hasta quizás lo toque con el dorso de la mano.

Ahora sigue contándome cómo va elaborándose ese diálogo secreto de golpecitos y toses, como en la noche sin luna, el chasquido de un fósforo y el roce de unos dedos inventan un idioma que pone en fuga la soledad y aniquila el frío. Mañana ella a atreverse a una pizca de color en la cara y él va a desgarrar el papel celofán sin pesadumbre...pero ahora...que duerman...shhhtt...pero dime que los dos siguen atentos para que las pesadillas fracasen...él y ella, acostados, vueltos hacia la pared cada vez más y más delgada...pero ahora que duerman...shhhhttt....que duerman...ah, y para cuando me cuentes todo esto, te voy a pedir que la palabra AMOR no aparezca...¿sabes por qué...? ...porque no hace falta.


"El Problema"


EL PROBLEMA

Hace tiempo que vengo notando que tengo un problema, no se si este es grave, pero me doy cuenta que cada día lo noto mas que el día anterior. No había llegado a la situación de sentarme a analizarlo, pero si es verdad, creo que es importante que lo comente, ¿pero a quien?, será eso parte del problema, el comentarlo, en fin, a lo mejor no es algo tan serio y solo tengo que dormir y mañana ya no estará, claro, es solo olvidarme del tema y dar vuelta la pagina, si eso es mejor dormiré y mañana estaré mejor. Pero no me convence, no no y no, esto no funciona así, o tal vez para otras personas funciona así pero para mi es diferente creo que la solución mas fácil es tratar de olvidarme del problema y dejar la solución para otro día, pero esto ¿no será crearme dos problemas?, el del problema mismo y el de tener que solucionar este “problema”, no, eso no es lo que quiero ya tengo suficiente con uno para querer que sean dos, pero ohh que horror, creo que tengo un tercer problema en mente, el problema mismo, el inicial, el segundo donde la preocupación es si dejar para después o no la solución del problema inicial y un tercero que es tener que solucionar todo esto, sigo pensando y ahora mi cabeza es algo que da vueltas sin parar, creo que se cual es mi problema, y justo cuando estoy a punto de descubrir todo esto que me persigue y me causa problemas, apareces, tu, en el portal de la habitación y me dices. “amor ya es tarde, vamos a dormir” en ese instante te das cuenta que todo desaparece y que lo único que de verdad sería un problema, es que ella no estuviera a tu lado.


Vicente Rey

Cuentos Cortos: "Belcebú"


¡En el instructivo no salía esto señor! yo le compre y firme FELICIDAD, un terreno verde con flores y algunas regiones con esclavos y usted me trae a esto.
dígame de inmediato su nombre!!!
Por su puesto caballero, mi nombre es Belcebú…

colaboración de "No te salves"

domingo, 29 de agosto de 2010

EL FINAL DEL CAMINO (episodio último de la muerte de un corazón)



Bautista mira directamente a los ojos de Olivia, y sabe inmediatamente que algo pasa en su interior y sintiendo esto le pregunta:

-Que te pasa?
- Nada estoy bien.
- Eso no es verdad, hace días que de mis bromas no te ríes, mi sonrisa no te llega ni en la tarde ni en la mañana; tus besos los mendigo, las caricias te las hurto, tu mano nunca había estado tan alejada de la mía como hoy. ¿ Que pasa?
- (silencio)
- Hoy te note más distante que nunca, conmigo no hablas pero para otras personas son tus angustias, tus alegrías y tus preocupaciones, ¿de que hablas con esas personas?
- Eso no importa, de cosas.
- Amor, quiero saber que es lo que te pasa no soy estupido, no te hago feliz? Estas aburrida de mi? parece como si no me amaras.
- (lagrimas).... (silencio)
- Que es esto? por qué lloras preciosa? tu me has estado insistiendo en que haga mis cosas sin preocuparme por ti, que me vaya por un tiempo fuera de la ciudad ¿es acaso que quieres estar sola?
- Creo que si. Pero te amo.
- ¿Quieres pasar un tiempo sola o un tiempo sin mi?
- Sería mejor que pase un tiempo sola.
- Olivia, amada mía, en éstos cuatro años no he hecho otra cosa que amarte, he vivido entregado a ti, y ahora me dices que quieres pasar un tiempo sola sin dar la batalla por nuestro amor y darte por vencida, no es justo, me dejas sólo como mi sombra por qué no me has hablado de esto. (llorando) Tu no eres así tu no te rindes, tu siempre vences y esto lo podemos vencer juntos
- Sólo es que necesito un tiempo, yo te amo tu me has hecho feliz siempre sólo es que hemos perdido la ilusión, ya no es lo mismo hemos caído en la rutina, necesito un tiempo para pensar las cosas.
- Se me va la vida.
- A mi también.
- No lo hagas.
- Tengo que hacerlo.
Durante ese fin de semana desaparecí de su vida. Como es costumbre para mi, desaparecí sin dejar rastro solo para que ella pudiera pensar. Mi mente por otra parte no dejaba de funcionar pensnado que todo es mi culpa, yo dejé que pasara, ¿por que lo hace?, no lo merezco, ¿Qué hago?, te extraño mi preciosa, mi vida entera.

Ella me dijo que llamaría, ¿Por qué no lo ha hecho?, ¿qué hago?, TE AMO OLIVIA, POR LA CRESTA ¿QUE PUEDO HACER?
El domingo pude tener paz, y solo renací para morir tres veces de nuevo, en cada respiro cargado de su aliento, en cada segundo en que no pensaba fui feliz. Me impactaron certeros flechazos al estómago cada vez que veía su pelo, sus manos y yo que veía las mías que ya no la alcanzan, de que me servía la voz si no me escuchaba, y el maldito teléfono que no sonaba.


El lunes la llamé, soy débil, la amo.
- Hola.
- Hola.
- Como estás?
- Bien.
- Yo no, ya quieres hablar o todavía te esper……..?
- Todavía no
- Ok, chau.
- Chau.

Si antes estaba muerto ahora lo estoy más, y las voces que me matan, por que lo hiciste, otro fin de semana mas, no te va llamar, por qué esta bien, esta con otro, ya no te quiere, daría todo por verte, soy un tarado. Mis ilusiones mueren por montones, me puse a escribir, aquí estoy, no se que hacer, no se amar o dejarme morir.

Después de más de cuatro años y varias horas de profunda agonía, de entregado y sacrificado amor sin tregua; Bautista perdió a la mujer que amaba.

Lo encontraron desangrado en su habitación 3 días después, con la mirada perdida en la desesperanza y una nota junto a él que decía

“No pude mantenerla enamorada de mí y por eso pido que no se lamenten por mí partida, perdí la vida aquel día y hasta hoy sólo he sido un alma en pena con una implacable voz, inaudible, que me dice no te perdonaré que se haya ido”

Vicente Rey

Cigarrito


CIGARRITO

El humo del último cigarrillo aún no se disipa cuando lentamente abres la cajetilla y con dos dedos deslizas otro hacia fuera, lo tomas y lo das vuelta, te lo llevas a la nariz y tomas su olor, es la quinta vez que haces lo mismo esta noche. Lo prendes y te quedas así, sentado en tu cama, aspirando el humo y viendo a la nada, y eso es precisamente lo que quieres esta noche, la nada misma, así estas tranquilo, inmerso en una profunda soledad y sin nada que hacer, o sin ganas de querer hacer nada. Te ríes sarcásticamente pensando que todo esto, tu vida misma, podría ser un juego, podría ser el juego de alguien en el que desde hace un tiempo no crees, pero dejas ese pensamiento a medio camino por que te llevas el cigarro a la boca y aspiras el humo, lo aspiras sabiendo que esa bocanada de nicotina te quita un poco de vida, pero esa sensación te hace sentir bien, te hace sentir poderoso pero a la vez humano, tu vida es tuya y puedes hacer lo que quieras con ella.

Pones la mente en blanco pero inmediatamente se vienen miles de pensamientos, pareciera que están todos tocando a tu puerta, esperando ser pensados, analizados, descubiertos y muchos de ellos resueltos, pero no será esta noche la que eso suceda, esta noche solo te dejaras llevar. Los últimos días han sido difíciles, también los últimos meses y los últimos años pero lo que sucede hoy es que esta noche, justo esta, te sientes, un poco mas derrotado que las noches anteriores. Mientras piensas esto el cigarro que prendiste hace un momento ya esta a medio fumar, y eso te da un poco de envidia, ese cigarro esta cumpliendo su razón de ser, causando felicidad a su manera, te lo llevas nuevamente a la boca cuando en ese instante un pensamiento logra escabullirse dentro y aparece el rostro de ella, tal como ha sucedido reiteradamente en el ultimo tiempo, la única diferencia es que hoy no tienes las fuerzas para pelear y te dejas vencer, su rostro se hace cada vez más grande en tu mente y empieza a apoderarse de todo, sabes que esta ahí, cierras los ojos como buscando ayuda pero esta no llegará, no hay nada que te pueda hacer olvidar, te desesperas, pasa lo que no quieres y te pones a pensar en ella, ¿con quien estará?, ¿que estará haciendo?, si al dormir lo hará de la misma manera en que tú la recuerdas. Van casi dos años desde que tu camino se separo del de ella, pero aún no la olvidas. El solo pensar en esto te llena de tristeza, aunque esta ya es conocida por ti, se ha vuelto una vieja compañera y la sientes familiar.

Después de un rato logras zafarte de ese pensamiento pero aparecen dos imágenes nuevamente, son de dos mujeres que han estado presente el último tiempo en tu vida, piensas en las dos al mismo tiempo, y esto incluso te hace sentir culpable, como que les debieras algo, pero no es así, es una percepción no muy cuerda, pero esta noche no estas para cosas cuerdas.

Empiezas a pensar que de haber hecho algo esta noche te gustaría que hubiera sido con alguna de ellas dos, miras tu teléfono reflejando en tu rostro el deseo de que suene en ese momento y sea una de ella preguntando por tu vida, claramente eso te habría agradado mucho pero no es así.

En tu mente aparece la imagen de una de ellas, a la cual te sentiste muy cercano, esta imagen es casi una alucinación, incluso piensas que puedes tocarla, te gustaría abrazarla. Sentiste muchas cosas con esta mujer, te hizo sentir feliz, llegaste incluso a pensar que se podría dar una historia linda, algo que no has buscado precisamente pero que habría sido lindo, pero no fue así, es mas, ahora estas seguro, o eso es lo que quieres pensar, que tu presencia y todo lo que haces para acercarte a ella la molesta, se nota, no te lo ha dicho, pero no eres estúpido, bueno si pero en este caso no , así que prefieres dejarlo así, este pensamiento te hace sentir vulnerable por que una sola llamada de ella sabes te hará sentir bien. Te maldices pensando si en todos tus años no has aprendido nada, que a las mujeres no hay que agotarlas, pero en fin, ya esta hecho y ya no hay vuelta atrás.

Ahora se te viene a la mente la imagen de la otra mujer, esto trae de regalo una sensación de ternura, que agradeces, que le agradeces a ella, pero ella es solo una bonita brisa que se ha cruzado en tu vida dándote la esperanza de algo, aunque los años te han enseñado que la esperanza a veces es una como un cuchillo en el corazón, pero que permanece ahí sin saber cuándo se acabara todo, todo el sufrimiento te ha enseñado que es mejor vivir sin esperanza alguna, de esa forma estas un poco muerto. Sabes que con esta mujer no habrá historia, te molesta sentirte derrotado antes de pelear, pero sabes que es así. Te molesta pensar que si tu mismo te tuvieras que dar un consejo sería el de que no bajes los brazos y que lucharas, sabes bien que así debería ser.

Al final todos estos pensamientos no han durado mas que algunos segundos, han sido ráfagas de instantes de tu vida que te han bombardeado sin compasión. Piensas nuevamente que esta será una noche larga y sueltas algunas lagrimas que empiezan a caer por tu mejilla, miras tu cigarro, y este ya se consumió; entonces lentamente abres la cajetilla y con dos dedos deslizas hacia afuera otro cigarro, lo tomas y lo das vuelta, te lo llevas a la nariz y tomas su olor, es la sexta vez que haces lo mismo esta noche.

Vicente Rey

jueves, 26 de agosto de 2010

Cuentos Cortos: "Trayectos musicales""

Los vagones del metro se han convertido en uno de los lugares más habituales para escuchar música. En los trayectos de ida y vuelta los santiaguinos le ponemos música a nuestras vidas.

Vicente Rey

Cuentos Cortos: "Equivocacion"


EQUIVOCACIÓN

Hoy nos encontramos caminando por Ahumada. Te acercaste, dijiste Alberto hermano mío y me abrazaste.

Mientras almorzábamos propusiste, un tanto ansioso, que dejáramos atrás el pasado. Hablaste de la muerte de mamá e insististe que solo nos teníamos el uno al otro.

Hablaste de Bautista, tu hijo de 8 meses. Hablaste de tus sueños y de tus miedos.

Volviste a mencionar los errores pasados.

En la despedida, me abrazaste nuevamente y con ternura dijiste “mi hermanito chico”,

Mientras me alejaba pensaba que cuando te vea nuevamente te aclararé que soy hijo único.

Vicente Rey

Cuentos Cortos: "De Noche"


DE NOCHE

De niño mi abuelo me contó sobre aquellas cosas diferentes que suceden por la noche en mi ciudad.

Me contó que los jubilados y las palomas olvidan la rutina de migajas de pan para bailar tango.

Me habló de como los indecisos eligen caminos sin pensarlo y los angustiados solo piensan en patinar.

Me contó sobre los paseos nocturnos de niños sin lágrimas y perros sin hogar. Me hablo del amor.

Siempre he sabido que durante la noche en mi ciudad pasan cosas diferentes y que para verlas hay que ser de otra ciudad.

Mi abuelo era de Osorno

Vicente Rey

Cuentos Cortos: "Tradición Familiar"

TRADICION FAMILIAR

Don Luís era una tradición en mi familia. Fue el lustra-botas de mi abuelo, desde que llego a Chile, lo fue de mi padre, era el mío y esperaba que lo fuera de mi hijo. Se ubicó por años en la esquina de agustinas con San Antonio. Siempre estuvo ahí, el entorno cambió pero el seguía. Hoy lunes no lo encontré, murió me dijeron, me voy caminando por agustinas pensando que con esto se acaba una tradición familiar, me siento muy triste. Llego al paseo ahumada, y encuentro a otro lustra –botas, me siento tomo el diario y le pregunto como se llama.

Vicente Rey

martes, 24 de agosto de 2010

El viaje a Itaca















Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

Konstantinos Kavafis

Miguel Littin: "Clandestino en Chile

Miguel Littin, es un director de cine, televisión, guionista y escritor chileno.
Su carrera cinematográfica comenzó de la mejor manera en 1969, con El Chacal de Nahueltoro, película que impactó a Chile no sólo en términos de taquilla, sino también en términos sociales y políticos. En la obra, Littin denuncia crudamente la marginalidad del campesinado y el absurdo accionar de la justicia.
Elevado a la notoriedad pública a raíz del film, Salvador Allende lo designó en 1971 como gerente general de Chile Films. Durante el gobierno de la Unidad Popular, junto con sus labores ejecutivas, realizó algunos documentales y el largometraje La tierra prometida, que sería terminada y estrenada en el exilio.
A raíz del golpe de estado y el establecimiento de la dictadura de Augusto Pinochet, tuvo que salir exiliado en 1973, se fue a en México y posteriormente en España.
Después de 10 años de dictadura, Augusto Pinochet emite una lista con los nombres de los desterrados a los que ya se les permite regresar a Chile. Miguel Littín no se encuentra en esta lista, por el contrario, él encuentra su nombre en otra lista de personas a las cuales se les prohíbe visitar el país. Este hecho convence a Miguel que la única manera de retornar a su querida patria es mediante el uso de una pasaporte falso, una profesión y una excusa falsas, y más aún, con una esposa falsa.
Durante su visita, Miguel, haciéndose pasar por un hombre de negocios uruguayo, dirige tres equipos de filmación para la realización de un documental sobre la vida en Chile bajo la dictadura. Consecuentemente, filma entrevistas con chilenos comunes y corrientes y con gente de movimientos de la resistencia que operan clandestinamente. Miguel obtiene una entrevista con un líder de la insurgencia cuando es conducido con los ojos vendados hacia un hospital clandestino donde el líder se encuentra recluido después de haber sido rescatado de un hospital público por un escuadrón subversivo donde este se reponía de la heridas causadas por un intento de asesinato orquestado por la policía secreta de Pinochet.
Miguel tiene éxito en su misión, y abandona Chile en un momento en que las autoridades chilenas habían descubierto su presencia en el país y detectives lo vigilaban en el aeropuerto. La realización del documental tenía como propósito mostrar al mundo la brutal represión durante la dictadura y avergonzar al régimen de Pinochet al revelar las redes de gente joven trabajando en Chile para tumbar la dictadura.
Posterior a eso Gabriel García Márquez escribe el libro La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile el cual se basa en un reportaje sobre la visita clandestina realizada por el director de cine chileno Miguel Littín a su país natal después de 12 años en el exilio.
Littin fue por mucho tiempo el clásico ejemplo del cineasta comprometido y militante, aún cuando nunca perteneció a partido político alguno, buscando narrar las aventuras y sufrimientos del pueblo chileno y latinoamericano.

El corazón es rojo y esta a la izquierda

Los Nadies


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.


Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

EDUARDO GALEANO

lunes, 23 de agosto de 2010

HEROES URBANOS Camilo Torres: " El deber de todo cristiano es ser revolucionario"


Dentro de esos Héroes Urbanos que nos marcan a fuego y que quedan en la retina de las personas durante generaciones, tiene un lugar especial el colombiano, Sr. Camilo Torres, colombiano, sociólogo, sacerdote, revolucionario, guerrillero.
Camilo Torres, quien moriría como guerrillero en un enfrentamiento con el Ejército, había nacido en Bogotá, en una familia de clase alta y de tradiciones liberales. Sus primeros años fueron similares a los de otros jóvenes de su grupo social, excepto quizás por la separación entre sus padres, y por el estrecho lazo que desarrolló con su madre, doña Isabel Restrepo Gaviria, con quien viviría hasta pocos meses antes de su muerte.
En 1947, cuando estudiaba Derecho, decidió sorpresivamente hacerse sacerdote. Como seminarista mostró una temprana preocupación por los asuntos sociales y, ordenado en 1954, viajó a la Universidad Católica de Lovaina a estudiar sociología. Desde entonces eran claros su afán de sacrificio, su deseo de influir en el conjunto de la sociedad y su voluntad de vincularse a los problemas de los grupos sociales más pobres.
Con una formación académica moderna, diferente a la de la mayoría del clero colombiano, convencional, escolástico y aferrado al partido conservador y al status quo, regresó en 1956 a Colombia a preparar su tesis. Sus debates con un amigo marxista se convirtieron en el libro Conversaciones con un sacerdote colombiano, de Rafael Maldonado Piedrahíta, en el que se advierte un pensamiento de avanzada, pero todavía firmemente anclado en las doctrinas católicas.
Cuando viajó a Europa nuevamente, en 1958, para obtener su licenciatura, conoció a Margarita María Olivieri, una activista social que sería su más cercana colaboradora en Colombia.
En 1959 fue nombrado capellán de la Universidad Nacional, donde comenzaba a afianzarse el pensamiento radical influido por el marxismo y la revolución cubana. Buscó acercarse a los jóvenes universitarios, estimuló los trabajos sociales en áreas marginadas y enseñó sociología en la Facultades de Economía y Sociología. Desde 1961 sus posiciones en defensa de los estudiantes le crearon conflictos con la jerarquía eclesiástica y con el establecimiento político. Por ello debió retirarse de la capellanía de la Universidad y pasó a la parroquia de la Veracruz, en el centro. Esto no impidió nuevos conflictos, como los provocados por sus críticas a Acción Cultural Popular, el sistema de educación radial campesino dirigido por monseñor José Joaquín Salcedo, o por el apoyo a los universitarios en la huelga que hicieron para protestar por la expulsión de María Arango y otros estudiantes.

Los conflictos con las autoridades eclesiásticas y civiles, empeñadas en reprimir la protesta social y controlar toda forma de disidencia, lo acercaron a los grupos radicales de la Universidad y lo llevaron a la conclusión de que los cristianos que quisieran el cambio social debían trabajar al lado de socialistas y marxistas, e incluso a considerar que la violencia era lícita en situaciones de grave injusticia social. Su trabajo en los Llanos Orientales con campesinos, y su participación en la junta del Instituto Colombiano de Reforma Agraria, entre 1962 y 1964, terminaron por convencerlo de la necesidad de un cambio social radical en Colombia.

El cura guerrillero

En julio de 1964 apareció en Colombia un nuevo movimiento guerrillero, el Ejército de Liberación Nacional, el cual llamó la atención de Camilo Torres pues, según él creía, no estaba tan "contaminado" como los demás grupos insurgentes. En enero de 1965 inició contactos para comunicarse con la comandancia y en febrero lanzó la plataforma del Frente Unido de Movimientos Populares; a fines de abril se retiró de la ESAP y, presionado por la curia, preparó maletas para viajar a Lovaina. Según la jerarquía eclesiástica, a Camilo había que "descontaminarlo"; el viaje estaba previsto para el 22 de mayo, pero una apoteósica manifestación de respaldo estudiantil le hizo desistir el mismo día que debía embarcarse para Bélgica.

Un mes y cinco días después, el ELN tuvo su primer acercamiento con Torres Restrepo y el sacerdote tomó una de las decisiones más trascendentales y dolorosas de su existencia: abandonar el sacerdocio, al cual había dedicado 18 años de su vida. Una vez fuera de la vida religiosa, mas no de la religión, pues hasta su muerte fue un católico convencido, visitó el campamento guerrillero en Santander y quedo en "comisión" en la ciudad, en la que debía seguir su programa de agitación política con el Frente Unido. En el momento en que fuera requerido, debía incorporarse a filas.

Durante cuatro meses y algunos días la figura de Camilo Torres creció, aún más, ante la opinión pública, pues recorrió el país y atrajo a gran cantidad de gentes; se perfilaba como el candidato alternativo al del Frente Nacional, Carlos Lleras Restrepo, pero Camilo nunca consideró la vía electoral como una solución a la injusticia social, discurso que caló muy hondo en un amplio conglomerado de personas. Logró aglutinar a gentes de diferentes tendencias de la izquierda y la política tradicional, y sobre todo captó la atención de grandes multitudes y las convenció de que la vía electoral no era una solución a la injusticia social y que el abstencionismo era una posición revolucionaria, de enfrentamiento y de lucha toda vez que "el aparato electoral está en manos de la oligarquía y por eso el que escruta elige, el que cuenta los votos determina la victoria". No se dejó tentar por ningún movimiento político y cada vez más un cerco de peligro le rodeó.

El 18 de octubre partió finalmente para la guerrilla y el 15 de febrero de 1966, en Patio Cemento, Santander, cayó muerto en su primer enfrentamiento con las fuerzas del ejército colombiano. El cadáver del "cura guerrillero" nunca le fue entregado a doña Isabel; el sitio donde fue enterrado es uno de los secretos más guardados de Colombia. Sobre tal situación, la madre de Camilo comentó alguna vez: "Soy la única madre colombiana a la cual se le ha negado la entrega del cadáver de su propio hijo. Como cristiana y católica practicante, les recuerdo que cuando a Cristo lo crucificaron como ''bandolero'', no le negaron a la Virgen María la gracia que a mí se me ha negado".

En realidad, la mítica figura de Camilo Torres fue un ejemplo mundial de cómo entender de manera distinta el ejercicio sacerdotal. Fue así como en el país se formó un grupo importante de curas rebeldes: el llamado "grupo de Golconda" liderado por monseñor Gerardo Valencia Cano, vicario apostólico de Buenaventura.

Camilo Torres nos enseño que el amor por el prójimo hay que demostrarlo aunque esto signifique el holocausto de nuestra propia existencia.
Tal como lo dijo Victor Jara: "Cuentan que tras la bala se oyó una voz, era Dios que gritaba Revolución"

Coronel Aureliano Buendía


El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió todos. Tuvo diecisiete hijos varones de diecisiete mujeres distintas, que fueron exterminados uno tras otro en una sola noche, antes de que el mayor cumpliera treinta y cinco años. Escapó a catorce atentados, a setenta y tres emboscadas y a un pelotón de fusilamiento (...) Llegó a ser comandante general de las fuerzas revolucionarias, con jurisdicción y mando de una frontera a otra y el hombre mas temido por el gobierno, pero nunca permitió que le tomaran una fotografía. Declino la pensión vitalicia que le ofrecieron después de la guerra y vivió hasta la vejez de los pescaditos de oro que fabrica en su taller de Macondo.

La muerte del payaso


De un ataque al corazón
esta tarde se murió un payaso.

Lo mas divertido del caso
que mientras su cuerpo estaba inerte,
la gente aplaudía y aplaudía,
al mismo tiempo pedía
qué él repitiera su muerte.

Es al payaso en esta vida
a quién Dios lo destinó a sufrir,
pues tiene que hacerte reír
aunque tenga su alma herida.

Con mi sonrisa fingida tengo
penas que ocultar,
más si yo, el payaso, pudiera hablar
y contar mis amarguras
hasta las almas más duras podrían conmigo llorar.

Al ver mi cara pintada
todos ríen con placer
sin llegar a comprender
que mi vida es desgraciada
si lanzo una carcajada
todos creen que es de alegría
más no comprenden que la suerte impida
que más riendo estoy,
es un paso más que doy
en pos de mi tumba fría.

No pidáis que me ría
que de mi propia risa me espanto,
he reído tantas carcajadas de dolor
en este mundo traidor.

Me han enseñado a reír con llanto
y llorar con carcajadas.

Mañana cuando el payaso muera
todos lo echarán al olvido
más de mi que te has reído
nunca mas te acordarás
como música pasajera
que viene y se va.

Por eso público querido
usted que me ha brindado su aplauso
que me llena de gozo,
el último aplauso te pido y quedarme satisfecho
poniéndolo en tu carne y
llevándolo en nuestro pecho
como dos payasos bien agradecidos.

Cambiar el mundo


Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui haciéndome mayor, pensé que no había modo de cambiar el mundo, así que me propuse un objetivo más modesto e intenté cambiar solo mi país. Pero con el tiempo me pareció también imposible. Cuando llegué a la vejez, me conformé con intentar cambiar a mi familia, a los más cercanos a mí. Pero tampoco conseguí casi nada. Ahora, en mi lecho de muerte, de repente he comprendido una cosa: Si hubiera empezado por intentar cambiarme a mí mismo, tal vez mi familia habría seguido mi ejemplo y habría cambiado, y con su inspiración y aliento quizá habría sido capaz de cambiar mi país y -quien sabe- tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo.

Ahora me llevan a mi


Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.

Bertold Brecht

Hoy al despertar


Hoy al despertar, me he dado cuenta que la tierra es plana y que es el centro del universo
Hoy al despertar, me he dado cuenta que la gente mala no se va al infierno, y que en realidad son los buenos los que sufren.
Hoy al despertar, me he dado cuenta que el viejo pascuero es solo un invento de la Coca-cola.
Hoy al despertar, me he dado cuenta que los hombres de buena voluntad no existen y todo se mueve por interés.
Hoy al despertar, me he dado cuenta que el hombre no llego a la luna y que todo es un engaño de la CIA
Hoy al despertar, me he dado cuenta que Colon en realidad quería descubrir América
Hoy al despertar, me he dado cuenta que no todos los perritos se van al cielo.
Hoy al despertar me he dado cuenta que los niños no son el futuro de nuestra nación.
Hoy al despertar me he dado cuenta que la revolución perdió, que el sueño se acabo, el enemigo ganó
Hoy al despertar me he dado cuenta que las rubias no hacen que la vida sea mas bella.
Hoy al despertar me he dado cuenta que no importa lo que hagas en la vida, nadie recordara tu nombre.
Hoy al despertar me he dado cuenta, que la homosexualidad es una enfermedad.
Hoy al despertar me he dado cuenta que los atardeceres son muy aburridos.
Hoy al despertar me he dado cuenta que el tema de la desigualdad social es un problema de “otros”
Hoy al despertar me he dado cuenta que el futuro de la humanidad esta en la globalización.
Hoy al despertar me he dado cuenta que el calentamiento global es un problema de las generaciones futuras.
Hoy al despertar me he dado cuenta que Silvio solo es un poeta barato y sus letras son utopías
Hoy al despertar me he dado cuenta que el amor verdadero no existe y que es perfectamente posible vivir sin amor
Hoy al despertar me he dado cuenta de todas estas cosas por que hoy al despertar me he dado cuenta que tu ya no estabas a mi lado

Vicente Rey

El hombre de la paz


ALLENDE

Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo.

(MARIO BENEDETTI)