CIGARRITO
El humo del último cigarrillo aún no se disipa cuando lentamente abres la cajetilla y con dos dedos deslizas otro hacia fuera, lo tomas y lo das vuelta, te lo llevas a la nariz y tomas su olor, es la quinta vez que haces lo mismo esta noche. Lo prendes y te quedas así, sentado en tu cama, aspirando el humo y viendo a la nada, y eso es precisamente lo que quieres esta noche, la nada misma, así estas tranquilo, inmerso en una profunda soledad y sin nada que hacer, o sin ganas de querer hacer nada. Te ríes sarcásticamente pensando que todo esto, tu vida misma, podría ser un juego, podría ser el juego de alguien en el que desde hace un tiempo no crees, pero dejas ese pensamiento a medio camino por que te llevas el cigarro a la boca y aspiras el humo, lo aspiras sabiendo que esa bocanada de nicotina te quita un poco de vida, pero esa sensación te hace sentir bien, te hace sentir poderoso pero a la vez humano, tu vida es tuya y puedes hacer lo que quieras con ella.
Pones la mente en blanco pero inmediatamente se vienen miles de pensamientos, pareciera que están todos tocando a tu puerta, esperando ser pensados, analizados, descubiertos y muchos de ellos resueltos, pero no será esta noche la que eso suceda, esta noche solo te dejaras llevar. Los últimos días han sido difíciles, también los últimos meses y los últimos años pero lo que sucede hoy es que esta noche, justo esta, te sientes, un poco mas derrotado que las noches anteriores. Mientras piensas esto el cigarro que prendiste hace un momento ya esta a medio fumar, y eso te da un poco de envidia, ese cigarro esta cumpliendo su razón de ser, causando felicidad a su manera, te lo llevas nuevamente a la boca cuando en ese instante un pensamiento logra escabullirse dentro y aparece el rostro de ella, tal como ha sucedido reiteradamente en el ultimo tiempo, la única diferencia es que hoy no tienes las fuerzas para pelear y te dejas vencer, su rostro se hace cada vez más grande en tu mente y empieza a apoderarse de todo, sabes que esta ahí, cierras los ojos como buscando ayuda pero esta no llegará, no hay nada que te pueda hacer olvidar, te desesperas, pasa lo que no quieres y te pones a pensar en ella, ¿con quien estará?, ¿que estará haciendo?, si al dormir lo hará de la misma manera en que tú la recuerdas. Van casi dos años desde que tu camino se separo del de ella, pero aún no la olvidas. El solo pensar en esto te llena de tristeza, aunque esta ya es conocida por ti, se ha vuelto una vieja compañera y la sientes familiar.
Después de un rato logras zafarte de ese pensamiento pero aparecen dos imágenes nuevamente, son de dos mujeres que han estado presente el último tiempo en tu vida, piensas en las dos al mismo tiempo, y esto incluso te hace sentir culpable, como que les debieras algo, pero no es así, es una percepción no muy cuerda, pero esta noche no estas para cosas cuerdas.
Empiezas a pensar que de haber hecho algo esta noche te gustaría que hubiera sido con alguna de ellas dos, miras tu teléfono reflejando en tu rostro el deseo de que suene en ese momento y sea una de ella preguntando por tu vida, claramente eso te habría agradado mucho pero no es así.
En tu mente aparece la imagen de una de ellas, a la cual te sentiste muy cercano, esta imagen es casi una alucinación, incluso piensas que puedes tocarla, te gustaría abrazarla. Sentiste muchas cosas con esta mujer, te hizo sentir feliz, llegaste incluso a pensar que se podría dar una historia linda, algo que no has buscado precisamente pero que habría sido lindo, pero no fue así, es mas, ahora estas seguro, o eso es lo que quieres pensar, que tu presencia y todo lo que haces para acercarte a ella la molesta, se nota, no te lo ha dicho, pero no eres estúpido, bueno si pero en este caso no , así que prefieres dejarlo así, este pensamiento te hace sentir vulnerable por que una sola llamada de ella sabes te hará sentir bien. Te maldices pensando si en todos tus años no has aprendido nada, que a las mujeres no hay que agotarlas, pero en fin, ya esta hecho y ya no hay vuelta atrás.
Ahora se te viene a la mente la imagen de la otra mujer, esto trae de regalo una sensación de ternura, que agradeces, que le agradeces a ella, pero ella es solo una bonita brisa que se ha cruzado en tu vida dándote la esperanza de algo, aunque los años te han enseñado que la esperanza a veces es una como un cuchillo en el corazón, pero que permanece ahí sin saber cuándo se acabara todo, todo el sufrimiento te ha enseñado que es mejor vivir sin esperanza alguna, de esa forma estas un poco muerto. Sabes que con esta mujer no habrá historia, te molesta sentirte derrotado antes de pelear, pero sabes que es así. Te molesta pensar que si tu mismo te tuvieras que dar un consejo sería el de que no bajes los brazos y que lucharas, sabes bien que así debería ser.
Al final todos estos pensamientos no han durado mas que algunos segundos, han sido ráfagas de instantes de tu vida que te han bombardeado sin compasión. Piensas nuevamente que esta será una noche larga y sueltas algunas lagrimas que empiezan a caer por tu mejilla, miras tu cigarro, y este ya se consumió; entonces lentamente abres la cajetilla y con dos dedos deslizas hacia afuera otro cigarro, lo tomas y lo das vuelta, te lo llevas a la nariz y tomas su olor, es la sexta vez que haces lo mismo esta noche.
Vicente Rey
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