domingo, 29 de agosto de 2010

EL FINAL DEL CAMINO (episodio último de la muerte de un corazón)



Bautista mira directamente a los ojos de Olivia, y sabe inmediatamente que algo pasa en su interior y sintiendo esto le pregunta:

-Que te pasa?
- Nada estoy bien.
- Eso no es verdad, hace días que de mis bromas no te ríes, mi sonrisa no te llega ni en la tarde ni en la mañana; tus besos los mendigo, las caricias te las hurto, tu mano nunca había estado tan alejada de la mía como hoy. ¿ Que pasa?
- (silencio)
- Hoy te note más distante que nunca, conmigo no hablas pero para otras personas son tus angustias, tus alegrías y tus preocupaciones, ¿de que hablas con esas personas?
- Eso no importa, de cosas.
- Amor, quiero saber que es lo que te pasa no soy estupido, no te hago feliz? Estas aburrida de mi? parece como si no me amaras.
- (lagrimas).... (silencio)
- Que es esto? por qué lloras preciosa? tu me has estado insistiendo en que haga mis cosas sin preocuparme por ti, que me vaya por un tiempo fuera de la ciudad ¿es acaso que quieres estar sola?
- Creo que si. Pero te amo.
- ¿Quieres pasar un tiempo sola o un tiempo sin mi?
- Sería mejor que pase un tiempo sola.
- Olivia, amada mía, en éstos cuatro años no he hecho otra cosa que amarte, he vivido entregado a ti, y ahora me dices que quieres pasar un tiempo sola sin dar la batalla por nuestro amor y darte por vencida, no es justo, me dejas sólo como mi sombra por qué no me has hablado de esto. (llorando) Tu no eres así tu no te rindes, tu siempre vences y esto lo podemos vencer juntos
- Sólo es que necesito un tiempo, yo te amo tu me has hecho feliz siempre sólo es que hemos perdido la ilusión, ya no es lo mismo hemos caído en la rutina, necesito un tiempo para pensar las cosas.
- Se me va la vida.
- A mi también.
- No lo hagas.
- Tengo que hacerlo.
Durante ese fin de semana desaparecí de su vida. Como es costumbre para mi, desaparecí sin dejar rastro solo para que ella pudiera pensar. Mi mente por otra parte no dejaba de funcionar pensnado que todo es mi culpa, yo dejé que pasara, ¿por que lo hace?, no lo merezco, ¿Qué hago?, te extraño mi preciosa, mi vida entera.

Ella me dijo que llamaría, ¿Por qué no lo ha hecho?, ¿qué hago?, TE AMO OLIVIA, POR LA CRESTA ¿QUE PUEDO HACER?
El domingo pude tener paz, y solo renací para morir tres veces de nuevo, en cada respiro cargado de su aliento, en cada segundo en que no pensaba fui feliz. Me impactaron certeros flechazos al estómago cada vez que veía su pelo, sus manos y yo que veía las mías que ya no la alcanzan, de que me servía la voz si no me escuchaba, y el maldito teléfono que no sonaba.


El lunes la llamé, soy débil, la amo.
- Hola.
- Hola.
- Como estás?
- Bien.
- Yo no, ya quieres hablar o todavía te esper……..?
- Todavía no
- Ok, chau.
- Chau.

Si antes estaba muerto ahora lo estoy más, y las voces que me matan, por que lo hiciste, otro fin de semana mas, no te va llamar, por qué esta bien, esta con otro, ya no te quiere, daría todo por verte, soy un tarado. Mis ilusiones mueren por montones, me puse a escribir, aquí estoy, no se que hacer, no se amar o dejarme morir.

Después de más de cuatro años y varias horas de profunda agonía, de entregado y sacrificado amor sin tregua; Bautista perdió a la mujer que amaba.

Lo encontraron desangrado en su habitación 3 días después, con la mirada perdida en la desesperanza y una nota junto a él que decía

“No pude mantenerla enamorada de mí y por eso pido que no se lamenten por mí partida, perdí la vida aquel día y hasta hoy sólo he sido un alma en pena con una implacable voz, inaudible, que me dice no te perdonaré que se haya ido”

Vicente Rey

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