No estamos, creo, en el momento de pensarlo aún, pero a mí me encantaría que algún amigo me echara de menos después de mi muerte como Miguel Hernández echa de menos a su coterráneo Ramón Sijé y lo plasma en el peoma Elegía, magistralmente cantada, sin apurar para nada el ritmo del dolor, por Joan Manuel Serrat. Escuchala con tranquilidad, siente el valor de una amistad con historia, que se trunca porque la vida andaba desatenta y la muerte estaba enamorada. A mi edad ya se me han ido algunos amigos y amigos de mis amigos y se que en lo que los años que restan por venir muchos mas partiran de mi lado y a todos esos les dedicaré en silencio "Elegía" y agradeceré a Hernández y Serrat por regalarme las palabras
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